Aventura y emoción
Por AjV para Rolling Stone
Feliz noticia para los amantes del mundo:
reedición en tapa blanda (mil páginas a $102) de una de las más hermosas
aventuras que dio la literatura. Basada en hechos reales, década de 1760, un
astrónomo y un agrimensor británicos –Mason y Dixon- viajan por el globo,
primero a Ciudad del Cabo y a la demente isla de Santa Elena a medir el
“tránsito de Venus” (los datos geofísicos son importantes para el Imperio), y, luego,
a dirimir una disputa de límites entre estados de la aun colonia norteamericana, con el trazado
minucioso de una línea recta extensísima, paralela al ecuador, que separa lo que un siglo después serían bandos en guerra, el norte
industrial y el sur esclavista; pero de ambas latitudes huye la línea al
internarse hacia adentro en el continente “joven”, en territorio desconocido,
donde la naturaleza salvaje, los indios, los franceses de Canadá, los jesuitas
y hasta maestros del feng-shui chino, conforman un paisaje de realismo histórico
donde cualquier cosa puede pasar, porque la imaginación y la paranoia creativa
son parte de la esa realidad moderna.
Esta novela-mundo trata sobre prácticamente
todo. Pero el motorcito afectivo que sostiene la curiosidad y el sentido del
relato, es la amistad, el compañerismo. Y es en la convivencia, en el
conocimiento cercano, donde se da el más detallado estudio del misterio y lo
insondable. Compañero Mason, compañero Dixon, héroes y rozagantes herederos de
Quijote y Sancho. Pynchon empezó a escribirla en la década del 70 y recién la publicó
en el 97; con Mason y Dixon reformula
la historia estadounidense, dándole la gran epopeya moderna que no había tenido
(¿Moby Dick?), contada con una narración posmoderna, arborescente, fractálica, multidimensional, nunca presa
de su destino; una prosa en sí misma libertaria, para leer toda la vida.
No comments:
Post a Comment