El
autor nació en Lima en 1975, es periodista y profesor de escritura y esta es su
primera novela; los mismos datos corren para el narrador protagonista de las
500 páginas donde cuenta cómo su tío-padre adoptivo lo apoyó para ser
universitario, para entrar de redactor en una importante revista; las
dificultades del inicio profesional, el encuentro con un joven poeta que lo
hizo descubrir sus ansias literarias, la amistad entrañable con un grupito de
pares, los intentos por “ser alguien que escribe” y los bloqueos para hacerlo;
las chicas que aparecen con el sexo, el sufrimiento y el amor; para llegar,
finalmente, al momento en que el narrador alcanza la “sensación de entender las
cosas”, la “voluntad de contarlo todo” y empieza a escribir la novela, donde “todo”
es su derrotero personal, sin sorpresas para el lector. Una misma premisa yoica
empieza y concluye el libro: “un hombre solo es capaz de entender su pasado” (generalización
por demás paradójica).
La
editorial trasnacional Mondadori hizo una campaña previa a la publicación, con
preventas, auspicio de Vargas Llosa y de la agente literaria top Carmen Balcells;
es una novela susceptible de ser consagrada antes de circular como texto, ya lo
que lo que ofrece es más bien la figura de autor. Una primera novela donde se
escribe sobre el hecho de que se escribe, donde se cuenta que hay un escritor
cuya práctica consiste en contar que hay un escritor: literatura que participa
del estrechamiento del mundo, su estilo (plagado de descuidos) se limita a los
códigos testimoniales comunes de la espectacularización del yo.
Publicado en Rolling Stone, 2014